La luz, la nobleza de los materiales y la calidez mediterránea son protagonistas en Casa Belgika, un proyecto residencial que encuentra su identidad en la armonía entre lo moderno y lo atemporal. Detrás de este concepto está Sofía Díaz de Vivar, diseñadora de interiores, quien nos contó cómo fue el proceso de diseño, elección de materiales y definición estética de esta casa pensada para ser vivida con todos los sentidos.
Un concepto claro desde el inicio
“Desde el primer boceto supimos que queríamos una casa contemporánea, pero con alma mediterránea”, cuenta Sofía. La búsqueda fue fusionar la limpieza formal y funcionalidad del diseño moderno con la calidez y simpleza natural del estilo mediterráneo. ¿El resultado? Ambientes de líneas puras, con una paleta neutra y materiales nobles que aportan textura, luz y profundidad sin sobrecargar.
El blanco es la base de toda la propuesta, acompañado por tonos pastel, maderas claras y detalles en piedra. La combinación genera espacios suaves, relajados, luminosos, con una fuerte conexión con el entorno exterior.
Espacios que fluyen
La arquitectura de Casa Belgika también sigue esta lógica: abierta, funcional y conectada con el verde. En planta baja, el layout incluye living comedor, cocina, playroom, escritorio, lavadero, dependencia de servicio y una galería que se integra con el jardín y la pileta. En planta alta, tres suites privadas se complementan con amplias terrazas.
“Los espacios se abren hacia el exterior —nos dice Sofía—, integrando el verde como parte de la experiencia cotidiana”.
Los materiales como punto de partida
En Casa Belgika, los materiales no son solo revestimientos: son generadores de clima. “Son protagonistas. Transmiten sensaciones, definen el estilo. Por eso, los pensamos desde el inicio del proyecto, como parte central del diseño”, señala.
Entre los elegidos, destacan Dekton y Silestone —materiales provistos por Forte dei Marmi— por su funcionalidad, estética sobria y calidad. Se utilizaron en distintos ambientes, siempre en diálogo con la madera, la luz natural y el carácter relajado de la casa.
Detalles que hacen la diferencia
- En la cocina, el gran protagonista es Dekton Rem. “Es uno de mis favoritos —dice Sofía—. Tiene ese aspecto de piedra sutil, elegante, con vetas delicadas. Es neutro,
- En el baño principal, el elegido fue Silestone Yukon, una superficie en tono claro, sin vetas, que aporta serenidad y funciona como fondo perfecto para destacar otros elementos.
- En los baños junior, se optó por Silestone Blanco Zeus para lograr una estética monocromática. “Queríamos espacios blancos combinados con madera, muy limpios visualmente, pero con toques de diseño que marcaran la diferencia: luminarias, detalles en las puertas de los muebles, etc.”
Una mirada personal sobre el diseño
Para Sofía, el diseño es un diálogo entre estética y experiencia. Cada decisión se toma desde la sensibilidad y la funcionalidad, y eso se nota en cada rincón de Casa Belgika: materiales nobles, luz natural, proporciones armoniosas y detalles cuidados.
“Mi objetivo —concluye— es que los espacios no solo se vean bien, sino que se sientan bien. Que inviten a ser vividos”.
El equilibrio como resultado
Casa Belgika es el resultado de una búsqueda precisa: un equilibrio entre lo contemporáneo y lo sensible. Cada material, cada luz, cada decisión tiene una razón de ser. Desde Forte dei Marmi, nos encanta acompañar proyectos donde la estética y la funcionalidad conviven de manera orgánica, y donde los materiales son elegidos como aliados expresivos del diseño.
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